LOBO (programa conjunto con la agrupación Oniria)

LOBO (programa conjunto con la agrupación Oniria)

Estilo
Precio4000€ netos (gastos desplazamiento fuera de la Comunidad Valenciana no incluidos)
Duración80' aprox
Modo facturaciónPosibilidad de facturación. También se puede facturar por mediación de gestora.
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Sinopsis

El programa propuesto gira en torno a la única misa de parodia de Lobo, de las seis contenidas en el “Liber Primus Missarum”, que no está basada en los motetes de su Maestro Francisco Guerrero: la misa O REX GLORIAE (parodia en este caso de un motete homónimo de Giovanni Pierluigi da Palestrina), intercalando entre las partes de dicha misa algunos autores que nos pueden aportar o esclarecer, tanto en lo musical como en lo personal, rasgos distintivos de la figura de Alonso Lobo.

El programa se abre y se cierra con música igualmente de Lobo, en este caso con los dos últimos motetes de la colección de un total de siete titulada “Moteta ex devotione inter missarum solemnia decantanda”, pertenecientes al “Liber Primus Missarum”, en los que Lobo emplea recursos canónicos idénticos a los que utilizara su mentor Francisco Guerrero en su Ave Maria perteneciente a las “Sacrae Cantiones” publicadas en 1555.

En concreto, comienza con el motete a 4 para tiempo de cuaresma “Vivi ego, dicit Dominus” a modo de introducción de las voces. Esta es una pieza intimista y con un marcado carácter místico.

A continuación, justo antes de comenzar la misa, hacen entrada los ministriles con una versión instrumental del motete “Dispersit dedis pauperibus” de Pedro Fernández de Castilleja (c.1487-1564). Programamos esta pieza por varios motivos: Fernández de castilleja ocupó la plaza de maestro de capilla de la catedral de Sevilla, lugar importantísimo para Lobo, alrededor de 44 años (entre 1515 y 1558). Sucedió como Maestro en Sevilla al insigne Pedro de Escobar, siendo su labor fundamental como músico el haber servido de eslabón entre las generaciones del primer tercio del siglo XVI (principalmente Escobar y Peñalosa) y la generación de polifonistas andaluces coetánea a Felipe II (entre los que se encuentran Guerrero y el propio Lobo). De hecho, en Sevilla fue Maestro de Cristóbal de Morales, Rodrigo de Ceballos y, sobre todo, de Francisco Guerrero, su sucesor como Maestro de capilla en la catedral sevillana, quien llamaría a su mentor “Maestro de los Maestros de España”.

Fdez. de Castilleja fue el artífice de la creación del conjunto estable de ministriles más antiguo documentado en España, creado en la catedral de Sevilla en 1526. Como refiere uno de los primeros musicólogos, Hilarión Eslava, en su “Lira Sacro Hispana” (1869), “solo se han conservado de sus composiciones algunos motetes que están esparcidos por varias iglesias de España”. Efectivamente, además de atribuírsele un villancico profano perteneciente al “Cancionero de Palacio”, se conocen de este autor ocho piezas de polifonía sagrada en la actualidad, de las que solo tres han sido editadas (una de ellas es la que presentamos).

Ahora sí, comenzamos la misa de Lobo O REX GLORIAE interpretando el Kyrie. Seguidamente interpretamos el “Asperges me” de Ginés de Boluda (c.1550-c.1606).

De Boluda se desconocen la mayoría de datos biográficos. Nació en Hellín (Albacete) alrededor de mediados del s. XVI. En su época fue muy reconocido como indica el que fuera maestro de capilla de la catedral de Toledo (considerado este puesto de los más importantes del país junto a Sevilla) entre 1581 y 1593, antecediendo en Toledo a Alonso Lobo.

El primer puesto conocido de Ginés de Boluda es el de maestro de capilla en la catedral de Cádiz en su juventud, donde pasaría varios años ya que aunque se desconoce la fecha exacta en la que accedió a dicho cargo, sabemos que en 1578 (cuando rondaba la edad de 30 años) se convirtió en maestro de capilla de Cuenca durante un año. Posteriormente obtuvo el puesto de maestro de la catedral de Sigüenza antes de ser nombrado maestro de capilla en Toledo.

Tras su etapa toledana se trasladó a Sevilla donde trabajó como maestro de una iglesia de esa ciudad a las órdenes de su protector Rodrigo de Castro. Las últimas referencias a Boluda en Sevilla son de 1606, con lo que murió a partir de esa fecha a diferencia de lo que afirman varias biografías que fechan su muerte en 1592. De Boluda interpretamos su Asperges me, del que hubo dudas durante años sobre si fue compuesta por él o por Alonso Lobo, lo que al cabo nos puede dar una idea de la calidad compositiva de Boluda.

Tras el Gloria de la misa, incluimos el motete “Ave virgo sanctissima”, perteneciente al “Liber tertius sacrarum cantionum” de Alonso de Tejada (c.1540-1628).

Tejada fue maestro de capilla en numerosas catedrales a lo largo de la geografía española por casi sesenta años (no menos de cincuenta y ocho). Nacido en Zamora, cronológicamente fue Maestro de capilla en lugares como Calahorra, Ciudad Rodrigo, León, Salamanca, Zamora, Toledo o Burgos.

Cuando en 1600 Juan Risco dejó el puesto de Maestro de capilla en la catedral de Granada para ocupar el mismo puesto en Jaén, el cabildo granadino invitó a Tejada a ocupar la vacante y, aunque fue nombrado Maestro de capilla en Granada el 12 de marzo de 1602, nunca ejerció en la ciudad de la Alhambra ya que tras haber ocupado el puesto en Salamanca entre 1593 y 1601, prefirió acceder al puesto que quedó vacante en Zamora, su ciudad de nacimiento.

Pero a los pocos años, en 1604, accedió a ocupar el puesto de Maestro de capilla de la catedral de Toledo, una de las metas de los músicos españoles de entonces, que había dejado vacante Alonso Lobo al marcharse a Sevilla.

Tras ocupar la plaza en Burgos, de Tejada volvería a ocupar el cargo en Zamora, su ciudad natal, el 28 de febrero de 1623, falleciendo allí el 7 de febrero de 1628, siendo racionero de la catedral. De él solo se conservan tres libros de motetes encuadernados en un solo tomo en la catedral de Zamora.

El programa sigue con el Credo de la misa de la misa O Rex Gloriae, tras la que intercalamos dos composiciones del insigne Francisco Guerrero (1528-1599) entre el Sanctus de la misa de Lobo: los motetes “Ego flos campi” (Canticum canticorum Salomonis, 1589), y “Regina caeli laetare” (Liber vesperarum, 1584).

Francisco Guerrero (1528-1599) nació en Sevilla e ingresó en el coro de la catedral sevillana donde recibió formación musical de su antecesor y Maestro en la capilla musical de la catedral de Sevilla, Fernández de Castilleja. También fue admitido como discípulo de Morales en la ciudad de Toledo.

En 1546, a los 17 años, Guerrero fue nombrado Maestro de capilla de la catedral de Jaén. En 1549, contando 20 años regresa a Sevilla para desempeñar distintas labores musicales en la catedral de esa ciudad. Antes de cumplir los 30 era uno de los músicos mejor considerado de la península.

Guerrero se presentó a las oposiciones convocadas en 1554 para Maestro de capilla de la catedral de Málaga, ganándolas el día 13 del mismo mes y tomando posesión por poderes el 2 de abril, aunque finalmente renunció a dicha plaza para volver a su ciudad natal. Viajó por toda la península y visitó Tierra Santa en 1588, quedando sus impresiones plasmadas en su libro “El viaje de Jerusalén” del que se publicaron 30 ediciones. Pero a diferencia de otros músicos que no paraban de realizar largos viajes cambiando de puesto habitualmente, Guerrero permaneció la mayor parte de su vida en Sevilla, muriendo por un brote de peste que azotó a la ciudad en 1599. Tanto estimó el cabildo a Guerrero que le rindió homenaje enterrándolo en la capilla de la Antigua, su lugar favorito de la catedral hispalense (muy cerca de donde se enterró a Francisco de Peñalosa, y donde se celebrarían las exequias por Alonso Lobo).

La figura de Guerrero fue fundamental durante toda la vida de Alonso Lobo, ya que este no solo fue su alumno, su asistente en la catedral de Sevilla o su sucesor como Maestro de capilla en dicho templo (entre ambos, Ambrosio Cotes fue Maestro de capilla en Sevilla por tres años), sino que, como hemos visto, la práctica totalidad de misas de Lobo están basadas en temas de Guerrero.

Tras el segundo motete de Guerrero, presentamos el Benedictus de la misa O Rex Gloriae, para interpretar seguidamente “Angelis suis” del valenciano Ambrosio Cotes (c.1550-1603). Cotes sucedió a Guerrero como Maestro de capilla en la catedral de Sevilla, tomando posesión tras unas oposiciones en 1600. Mantuvo dicho puesto por tres años hasta su muerte, sucediéndolo en dicho cargo Alonso Lobo en 1604.

Nacido en Villena (Alicante), su procedencia fue cuestionada hasta bien entrado el siglo XX (se llegó a pensar que era de origen belga), hasta que en el archivo de la catedral de Granada se encontró un expediente genealógico de limpieza de sangre que confirmaba su lugar de nacimiento, teniendo al menos tres generaciones de ascendencia villenense por parte materna. A los 23 años era Maestro de Capilla de la Arciprestal de Santiago de Villena. En 1581 obtuvo el mismo cargo en la Capilla Real de Granada, sucediendo a Rodrigo de Ceballos. En 1596 obtuvo, por unanimidad del cabildo y con dispensa de los ejercicios de oposición, el magisterio de capilla de la Catedral de Valencia, pero a los cuatro años, y con el pretexto de haber perdido la vista, consiguió del Cabildo una importante gratificación para retirarse a su Ciudad natal. Pese a ello, el mismo año, 1600, aparece como ya referimos como Maestro de la Catedral de Sevilla, donde murió en 1603.

Como sucede con otros autores de la época, sus villancicos y chanzonetas se han perdido, conservándose 25 composiciones polifónicas en la Capilla Real de Granada, aparte de cuatro piezas sin letra publicadas por López Calo, quien opina que son las únicas obras instrumentales para iglesia que se conservan del siglo XVI; en la Catedral de Valencia se conserva una Misa y en el Colegio del Patriarca se conservan tres motetes.

A continuación se interpretan los Agnus Dei I y II con los que concluye la misa O Rex Gloriae, para seguir con el villancico “Que por aquí, por allá, por acá” de Fray Francisco de Santiago (c.1578-1644).

Francisco de Santiago, nacido probablemente en Lisboa, fue asistente de un debilitado y enfermo Alonso Lobo en la catedral de Sevilla desde octubre de 1616, ocupando de forma directa la Maestría de capilla sevillana tras la muerte de Lobo en abril de 1617.

En su etapa portuguesa, Fray Francisco de Santiago fue alumno de Manuel Cardoso, frecuentando el palacio de Vila Viçosa y teniendo la admiración del duque de Braganza, futuro João IV.

Obtuvo su primer contrato como Maestro de capilla de la catedral de Plasencia en febrero de 1596 a los 18 años de edad. Tras ingresar en la Orden del Carmelo Calzado, ocupó el puesto de Maestro de capilla en el convento del Carmen de Madrid entre 1601 y 1616. Tras esta etapa marchó a Sevilla como hemos visto, ocupando el puesto en Sevilla hasta 1643 (un año antes de su muerte), siendo licenciado por enfermedad progresiva.

La importancia de esta pieza de Fray Manuel Correa programada radica en la diferencia estilística que se da paulatinamente en lo musical, coincidiendo con la decadencia progresiva económica y política que se produce en España a lo largo del s. XVII. O dicho de otro modo: la polifonía que practicaron las generaciones anteriores, da paso a los villancicos y tonos típicos del barroco español, sirviendo esta pieza de ejemplo de dicho cambio estilístico en el contexto del programa propuesto.

El programa se cierra con el último de los siete motetes contenidos en el “Liber Primus Missarum” de Alonso Lobo; el titulado “Ave Maria”. Se trata del único motete a 8 de la colección (no en vano es el que cierra –y culmina– tanto el apartado dedicado a los motetes como la publicación). Una composición que refleja una importante destreza y un gran conocimiento musical y contrapuntístico ya que se basa en un complejo canon a 8 en dos coros, en el que las tres voces superiores de cada coro son reordenadas: los tiples del primer coro termina siendo la tercera voz del coro que responde, la segunda voz del primer coro se convierte el tiple del segundo coro y la tercera voz del primer coro se convierte en la segunda voz del segundo coro. Sin embargo, a pesar de las complejidades matemáticas, el resultado musical es de una profundidad y una serenidad inusitada, justo como corresponde al texto. La perfecta culminación del “Amén” con la que concluyen tanto la pieza como el concierto, es de una belleza particularmente reveladora.

Programa

Vivo ego, dicit Dominus – Alonso Lobo (1555-1617)
(Liber primus missarum, 1602)
Dispersit dedit pauperibus – Pedro Fernández de Castilleja (c.1487-1574)
(Lira sacro-hispana)
MISA O REX GLORIAE – Alonso Lobo
(Liber primus missarum)
KYRIE
Asperges me – Ginés de Boluda (c.1550-c.1606)
(Archivo del monasterio de El Escorial, EscSL 2)
GLORIA
Ave virgo sanctissima – Alonso de Tejada (c.1540-1628)
(Liber tertius sacrarum cantionum)
CREDO
Ego flos campi – Francisco Guerrero (1528-1599)
(Canticum canticorum Salomonis, 1589)
SANCTUS
Regina caeli laetare – Francisco Guerrero
(Liber vesperarum, 1584)
BENEDICTUS
Angelis suis – Ambrosio Cotes (c.1550-1603)
(Capilla real GR-CR)
AGNUS DEI I
AGNUS DEI II
Que por aquí, por allá, por acá – Fray Francisco de Santiago (c.1578-1644)
(Archivo catedral de Zaragoza [E:Zac])
Ave Maria – Alonso Lobo
(Liber primus missarum)

Necesidades técnicas

Órgano positivo afinado a 440Hz

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